De cuando en cuando nos llegan noticias de este tipo que nos hacen poner en duda los controles de calidad en la producción de alimentos, no ya exclusivamente de bebés, sino de cualquier tipo. En esta ocasión un estudio que ha analizado comida para bebés ha detectado restos de medicamentos veterinarios.
Se ha analizado doce alimentos con carne de vaca, cerdo o ave (tarritos) y nueve muestras de leche en polvo. Si bien la mayoría de las muestras analizadas de potitos y leches en polvo están totalmente libres de residuos, el hecho de que la muestra sea tan pequeña no da mucha tranquilidad.
Solo en una de las muestras se encontró un residuo de antibiótico y en otras (no se precisa el número en las fuentes), residuos de compuestos que se utilizan contra parásitos en animales. Antibióticos como la tilmicosina o antiparasitarios como el levamisol son medicamentos que se suministran al ganado para evitar enfermedades, pero sus restos pueden aparecer después en los alimentos.
Asimismo, se han encontrado trazas de sulfonamidas, macrólidos y otros antibióticos, así como antihelmínticos (contra los gusanos) y fungicidas. En total, cinco medicamentos veterinarios en la leche en polvo y diez en los productos elaborados con carne, especialmente si eran de pollo u otras aves.
El estudio, que publica la revista "Food Chemistry", ha sido recogido por el Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC) y muchos medios se hacen eco estos días.
Ante la inquietud de los consumidores, los investigadores han aclarado hoy que no existe motivo para la alarma, y han querido transmitir tranquilidad. Los científicos, de la Universidad de Almería, señalan que las concentraciones encontradas son muy bajas y en ningún caso perjudiciales para la salud.
Pero, ¿se hallarán las mismas concentraciones o similares en la carne que venden en los supermercados? ¿Hay controles diferentes? Surgen muchas preguntas, y por mucho que no sean cantidades preocupantes, esta evidencia manifiesta la necesidad de hacer controles en estos productos para garantizar la seguridad alimentaria.
De hecho, del estudio se desprende que estas trazas en la comida de bebés podrían proceder de granjas en las que no hay un control riguroso en la administración de medicamentos a los animales.
Si la Comisión Europea ya ha legislado sobre los niveles permitidos de plaguicidas y otras sustancias en la comida a base de cereales para niños y bebés, tal vez ha llegado el momento en que se haga lo mismo en la comida de origen animal. Los medicamentos veterinarios en los alimentos pueden causar reacciones alérgicas, resistencia a antibióticos y otros problemas para la salud.
Lo cierto es que después de conocer que existen restos de medicamentos veterinarios en comida para bebés da miedo pensar en todo lo que estarán comiendo nuestros hijos y nosotros mismos sin el control de calidad necesario, y dudamos de si realmente existen alimentos libres de peligros en la actualidad.
Fuente: http://www.bebesymas.com/noticias/detectan-restos-de-medicamentos-veterinarios-en-comida-para-bebes